Hasta 2004, uno de cada cuatro tucumanos no disponía de agua potable en su vivienda, y la mitad de la población subsistía sin sistema cloacal. Sólo el 35% de los usuarios pagaban al día sus facturas e ingresaban 1.200 reclamos diarios por servicio deficiente. Económicamente, la empresa que brindaba el servicio de agua y cloacas en Tucumán era deficitaria y requería un subsidio de $ 12 millones al año. La situación era más preocupante aún, porque impedía que la prestadora de los servicios obtuviera calificación en los organismos internacionales, lo que a su vez derivaba en falta de financiamiento para inversiones en infraestructura.

"Hoy todos los tucumanos tienen agua potable. Puede que en algunas circunstancias se presenten dificultades operativas, o que no se abastezca a usuarios instalados en asentamientos o terrenos usurpados, pero podemos asegurar que casi el 100% de la población hoy tiene agua potable en Tucumán", aseguró a LA GACETA el presidente de Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), Alfredo Calvo. Es por eso que la mayor atención y las energías de la compañía están hoy centradas en cumplir con las obras para modernizar y expandir el sistema de cloacas en la provincia, que favorecía a un 35% de los tucumanos en 2004 y que hoy alcanza a un 75% de la población.

Un informe económico de la SAT establece que desde 2004 la compañía invirtió $ 486,7 millones en la ampliación de redes de agua potable y de colectoras cloacales, y en la nueva planta de tratamiento de líquidos cloacales San Felipe, que beneficia a 600.000 habitantes de la Capital provincial. Para este año, se encuentran en proceso de licitación obras para ampliar la red cloacal Villa Carmela - Tafí Viejo, Las Talitas, Alderetes y Banda del Río Salí, y la colocación de 50.000 macro y micromedidores en la red de agua de Tucumán, por una inversión total de $ 454 millones.

Tareas pendientes
Aunque los avances fueron significativos, cada tanto surgen problemas que ponen de mal humor a los usuarios, en especial a los que habitan determinadas zonas de la provincia. Calvo aceptó repasar con LA GACETA estas situaciones específicas.

- CALLE JUJUY, al sur de la Capital: "el problema es que los colectores son bastante viejos; entonces, estamos en proceso de reconversión. Hay un plan en marcha: ya hicimos el colector sur, que va paralelo a la avenida Colón, hacia el este, y termina en Pedro Miguel Aráoz, que concluye en la planta de tratamiento de efluentes que estamos construyendo".

- TAFÍ VIEJO: "la ciudad tiene un problema estructural no resuelto desde hace 50 años, y es que está instalada sobre un piedemonte. Entonces, las reservas están arriba, en la parte norte, y de allí baja el agua. Y como no hay válvulas de contención, hay mucha presión de agua y se rompen las cañerías. Hemos hecho una inversión muy importante para poner 20 válvulas reguladoras de presión en todo el segmento. Cuando la toma superficial trae 300 m3 por hora de agua, el sistema funciona bien. Pero cuando baja la reserva, en momentos de sequía, cae a 100 m3. En Tafí Viejo hemos invertido $ 20 millones. Pero todavía hay sectores que sufren, porque estamos sujetos a las condiciones climáticas. La solución definitiva: usaremos parte de los 1.000 m3 de agua que transportará el acueducto que unirá la planta de El Cadillal con Lomas de Tafí, que están en construcción, y renovaremos el acueducto que existe, que tiene 70 años".

- YERBA BUENA: "tiene 120.000 habitantes. Si se toma la avenida Aconquija como divisoria, hacia el sur todos tienen cloacas, o sea 60.000 habitantes. Hacia el norte, que incluye parte de Yerba Buena y San José, son otros 60.000, de los cuales 47.000 desde 2009 ya disponen del servicio de cloacas. O sea, nos queda pendiente un 30% de esa población, que serán abarcados hacia fines de este año, como lo anuncio el gobernador, José Alperovich".